Undercover High School
Título en
Coreano: 언더커버하이스쿨
Actores: Seo
Kang Joon, Jin Ki Joo, Kim Shin Rok, Jun Bae Su
Personajes principales: Jung Hae Seong, Oh Soo Ah, Seo Myeong Ju, Ahn
Seok Ho
Capítulos: 12
Cadena: MBC
Género: Drama,
Escolar, Policíaco, Comedia
Año transmitido: 2025
Sinopsis: Jung Hae Seong
es un agente estrella del Servicio Nacional de Inteligencia (NIS). Tras un
grave incidente durante una misión, recibe un nuevo encargo: localizar los
lingotes de oro perdidos del rey Gojong. Para ello, debe ocultar su
identidad y hacerse pasar por estudiante en la prestigiosa escuela secundaria Byeongmoon.
Allí, conoce a Oh Soo Ah, su profesora titular.
Oh Soo Ah es una profesora
de historia coreana con un fuerte sentido de la rectitud y un profundo cariño
por sus alumnos. Sin embargo, al interactuar con Jung Hae Seong,
comienza a ver en él la imagen de su primer amor de la infancia, aquel que dejó
la herida más profunda en su corazón.
CONCLUSIONES
Contiene Spoiler
Una de las
razones por las que decidí que este drama estuviera en mi lista para verlo fue,
de hecho, el actor principal: Seo Kang Joon. Personalmente, llevaba tiempo sin
verlo, y hasta donde yo sé, hacía bastante que no protagonizaba un drama. El
último que le vi era muy de ciencia ficción, así que tenía muchas ganas de
volverlo a ver actuar, de verlo nuevamente en un drama. Además, la historia me
pareció curiosa según lo que describía la sinopsis: una persona relativamente
—entre comillas— mayor entrando a un colegio por cosas de su trabajo. Uno queda
como: “¿En serio? ¿Es posible que pase desapercibido?” Pero bueno, la magia de
la televisión y del guion todo lo puede y todo lo logra.
Entonces
sí, me pareció interesante la historia, aparte, como ya mencioné, por el actor.
Esas fueron mis razones para comenzar a ver este drama.
La historia
se centra en el colegio donde Jung Hae Seong, nuestro protagonista, debe
encontrar el famoso oro que había dejado el rey. En teoría, este oro fue tomado
en su época por personas que estaban a favor de Japón, cuando Corea fue
invadida. Se suponía que este oro estaba escondido, y él pertenece a una
división de la policía de investigación, la llamada NIS en Corea, que es como
una CIA coreana. No recuerdo exactamente qué significan las siglas, pero se
encargan de temas de inteligencia y seguridad nacional.
El equipo de
él tenía la misión de recuperar elementos tradicionales o valiosos que hubieran
sido robados o retirados del país. Esto incluía el tema del oro. Según el
director del colegio, alguien le había dicho que ese oro estaba allí guardado.
¿Por qué? Pues en teoría, el fundador del colegio había sido uno de los
proactivistas a favor de Japón en esa época, y supuestamente le robó el oro al
rey y lo escondió en la institución.
A raíz de
eso, nuestro detective se infiltró en el colegio como estudiante. Tenía que encontrar
el oro siguiendo unas historias o leyendas contadas entre los estudiantes, que
eran las pistas. Sin embargo, había una historia que nadie conocía con
exactitud. Ni él ni su nuevo amigo —el chico que más conocía del tema— sabían
de ella. Pensaban incluso que esa historia era inventada. Pero en teoría sí
existía, ya que todas las historias llevaban a una fiesta donde se podía llegar
a encontrar el oro.
El
adolescente solo disfrutaba el misterio que se generaba con las historias, ya
que el colegio tenía mucha historia, pero no había pensado más allá. En cambio,
nuestro detective se tomó la tarea de investigar seriamente, aunque llegó al
punto de creer que el oro nunca existió. Su líder, sin embargo, insistía: “Yo
vi la foto, tiene que haber algo más”.
Mientras
estaba infiltrado como estudiante, su profesora a cargo, Oh Soo Ah, al
principio lo malinterpretó. Pensaba que era el abusador escolar, luego que
mentía sobre dónde vivía, que era un vago, que no estudiaba… tenía la peor
impresión posible de él. Pero él solo estaba enfocado en su investigación. Con
el tiempo, ella empezó a notar cosas raras en su comportamiento, cosas que no
encajaban, hasta que descubrió que realmente no era un alumno, sino un
investigador. Desde ahí decidió apoyarlo, especialmente cuando supo del tema
del oro.
Esta
alianza con la profesora le sirvió mucho. Claramente, empezaron a acercarse, a
desarrollar ciertos sentimientos. Aunque por el estilo del drama, no se
profundiza demasiado, sí se nota el interés mutuo. Se mostraban pequeños gestos
bonitos y tiernos, pero la historia central era la investigación, no el
romance.
La historia
avanza y él sigue investigando. Empiezan a descubrir cosas que lo hacen incluso
dudar de su líder, especialmente porque su padre —que también pertenecía a la
NIS— había desaparecido misteriosamente. Pensar que su mentor, quien
prácticamente lo crió, pudiera estar involucrado, fue muy fuerte. Al final,
descubrió que su líder no era el infiltrado, sino que era el director del
colegio, y la información robada iba a parar directamente a la directora del
colegio.
Ella estaba
obsesionada con el oro porque planeaba construir un mega campus, pero para
convencer a los inversionistas necesitaba encontrarlo. En su obsesión, mandó a
herir a la profesora y también hizo que nuestro protagonista terminara
gravemente herido. Incluso fue buscado por la misma policía manipulada por la
directora, quien tenía influencia a través de los padres de los alumnos, muchos
de ellos personas influyentes, como ministros o empresarios.
A pesar de
todo, y después de que les quitaran todo, incluso sus credenciales, él logró
descifrar el último acertijo. Encontró el lugar escondido debajo del colegio,
una especie de sótano. Pero no había nada: solo una mesa, unas sillas
deterioradas, estantes vacíos… no había oro. La directora, al descubrirlo,
prácticamente enloqueció.
Lo que sí
encontró fue un cuerpo. Supo al instante que era su padre por un reloj muy
especial que él le había regalado. Confirmaron con pruebas que efectivamente lo
habían asesinado. Entonces, él se enfocó en descubrir quién lo había matado, y
sospechaba de dos personas: la directora del colegio y el director del centro
de investigación.
Finalmente,
descubrió que fue la directora. A pesar de que tenían su confesión grabada, fue
liberada gracias a su influencia. Nuestro protagonista, frustrado, le reclamó
al detective a cargo: “¿Te parece bien soltarla, cuando estuvo a punto de matar
a los alumnos y mató a mi padre, que también era parte del equipo?”
Por suerte,
la junta directiva del colegio, que era una fundación, logró destituirla. Ella
aún pensaba que tenía poder, pero ya no era así. Al final, él le dijo
directamente: “Nunca hubo oro. Ni cuando presionaste a mi papá hasta matarlo,
ni ahora. Fue una obsesión tuya”. Ella terminó en prisión, aunque parecía vivir
entre la realidad y la locura.
Una de las
cosas más geniales de este drama fue su mensaje final. Mientras el protagonista
hablaba, entendí que el “oro” no era el metal en sí, sino una metáfora: el oro
eres tú mismo. Darte prioridad, cuidarte, reconocer tu valor y rodearte de
personas que también valen oro por su apoyo, por estar ahí para ti. Y que así
como debemos cuidar de nosotros, también debemos cuidar a quienes consideramos
valiosos en nuestra vida. Me pareció una conclusión muy bonita y totalmente
acertada.
Ah, y dejé
un pedacito del final sin contar… por si te animas a ver el drama 😉
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