Dear
Hong Rang
Título en
Coreano: 탄금
Actores: Lee Jae Wook, Jo Bo Ah,
Jung Ga Ram, Uhm Ji Won
Personajes principales: Hong Rang, Jae Yi, Moo
Jin, Min Yeon Ui
Capítulos: 11
Cadena: Netflix
Género: Histórico,
Romance, Misterio
Año transmitido: 2025
Sinopsis: Hong Rang
nació en una familia adinerada y fue el sucesor de una gran asociación de
comerciantes en Joseon, pero desapareció repentinamente a la edad de 8
años. Su hermanastra, Jae Yi nunca ha perdido la esperanza de encontrar
a Hong Rang. Su arrogante madre Min Yeon Ui, la figura más
poderosa de la asociación de comerciantes, ha atravesado momentos difíciles
desde su desaparición. Después de 12 años, Hong Rang regresa, pero no
recuerda nada antes de su desaparición y también lleva consigo un secreto. Jae
Yi sospecha que Hong Rang no es el verdadero Hong Rang y ella
se siente atraída por él.
CONCLUSIONES
Contiene Spoiler
Lo que me interesó muchísimo fue
precisamente la sinopsis, cuando se cuenta que él desapareció. Y no solo él,
pues se enfatiza en nuestro protagonista, pero claramente se da a entender que
desaparecen niños. O sea, que han habido varias desapariciones y no se sabe por
qué. Entonces esto me causó mucha curiosidad: ¿Cómo llegó a desaparecer?, ¿por
qué desapareció?, ¿Cómo es que de la nada vuelve años después? Muchos afirman
que sí es él; ella afirma que no es él. Y se crea una cadena de enredos que te
lleva a pensar, antes de ver el drama, ¿Cómo se puede reconocer a alguien que
desapareció teniendo unos 8 años y vuelve con unos 18 o 19? No recuerdo bien
los tiempos, pero fue muchísimo tiempo. O sea, uno cambia, ¿no? Y más para la
época, claramente. Este es un drama de época, no había fotos, solo dibujos, y
el que mejor dibujara... aun así era complejo.
Todo esto me pareció súper
interesante: ese tema misterioso de la desaparición, qué pasó en todos esos
años, y el hecho de que ella, aparte de no reconocerlo como su hermano, empieza
a sentir otro tipo de atracción hacia él, como hombre. Y uno dice: ¿qué? ¿Cómo
así? Entonces eso sí fue el morbo de mi parte, que creo que muchos, al leer la
sinopsis, también se fueron a verla inmediatamente por eso.

Como este drama fue lanzado
directamente en Netflix, ocasionalmente uno esperaría que fuera de capítulos
semanales (es decir, dos capítulos por semana), o los que a veces lanzan
completos. Este fue uno de esos dramas que se lanzó con todos sus capítulos
completos. Hay gente que, bendito sea, tiene el tiempo de vérselo en uno o dos
días. Personas como yo, que aparte de ver dramas y hacer mis conclusiones,
tenemos una vida ocupada... pues no, no lo logramos. Entonces, cuando vi que
estaba todo completo, dije: bien por los que pueden verlo de una vez, los que
no, pues hacemos de cuenta que no están todos los capítulos y lo vamos viendo
semanalmente. Eso también lo comentaba con otros dramas que me han pasado.
Entonces yo digo: cada quien lo vea a su ritmo, no hay competencia.
Literalmente estoy haciendo estas conclusiones tan al pie de la letra porque
terminé el drama anoche, y lo terminé porque dije: es curioso, es un drama de
11 capítulos —curioso el número, porque normalmente son más—. Me faltaban tres
capítulos, entonces dije: bueno, ¡tacazo! Me veo dos, y el último,
¡terminémoslo!

La historia te atrapa de inmediato,
básicamente porque, como ya comenté anteriormente, la sinopsis es muy
llamativa. Muestran un antes y un después de lo que pasó. O sea, la historia de
cuando desapareció. Y aparte, que desaparece por un tiempo, luego vuelve (esa
es la primera desaparición), y después vuelve a desaparecer. Y ahí fue cuando,
en definitiva, no lo volvieron a ver. Entonces van mostrando fragmentos de esas
pequeñas conversaciones que tuvo con su hermana, Jae Yi, que en realidad son
medio hermanos.
Ella, en su momento, era una niña un poco más grande que él,
pero al ser niña, no le prestó mucha atención. Pensó que por miedo, por la
primera vez que se había perdido, pues simplemente se fue. Él tenía como sueños
o pesadillas, pero empieza como a calar y aclarar la historia mucho mejor.
Ella todo el tiempo estuvo buscándolo.
Tiene un grupo de amigos que son como su familia, que le han ayudado con el
tema de los dibujos para actualizar la imagen de él ya adulto. Igual, el papá
luego siguió buscándolo. Llegaba gente con personas totalmente diferentes que
no tenían nada que ver, pero ellos, como son una gran familia mercantil, pues
había quienes llegaban con cualquiera a ver si se les creía. Y pues no pasaba.
Este señor, muchas veces, del enojo por sentirse engañado, lo que hizo fue
matar a la persona y quitarle ciertas partes del cuerpo. Entonces, ya cuando
llegó quien se creía que sí era él, o sea, Hong Rang, por razones como las
pruebas de sangre (que hacían en esa época), y detalles muy específicos,
automáticamente se dijo: “Sí, es él, es mi hijo.”

La mamá, cuando él reapareció,
literalmente se volvió un poco adicta a ciertas sustancias. Luego empezó poco a
poco a regenerarse, y cuando él llegó, ella dijo: “Ahora sí voy a estar bien
porque está mi hijo. Lo voy a ayudar a que otra vez sea parte del mercantil.”
Porque este señor había adoptado a otro chico, que era el que estaba liderando
todo.
Entonces, cuando llega este Hong Rang,
claramente, casi de inmediato, Jae Yi dice que no es normal. Pero empiezan a
pasar una serie de circunstancias, de cosas en especial que él empieza a hacer,
que ella solía hacer con su hermano. Muchas circunstancias y memorias que
hacen un recorderis en ella, y ella se dice: "¿Y si sí es…?" Entonces
ella vive en una constante duda, un “sí es – no es” durante casi todo el
tiempo. Para ella, para él, el objetivo es convencerla de que sí es él.
A la vez, él está buscando a un tal “Pintor”,
básicamente porque fue quien lo secuestró cuando era pequeño, junto con otro
grupo de niños, y les hizo una serie de cosas horribles. Los traumó tanto que
con la persona que llegó, él no habla; es decir, es una persona muda. Les hizo
cosas horribles, quedaron súper traumados física, emocional y psicológicamente.
Un gran ejemplo es que cuando escuchan el sonido de campanas pequeñas, se
aterrorizan, casi que huyen del miedo.
Era una forma de manipulación
psicológica que les instauró cuando los tenía secuestrados. Les bañaban con
formol (o un químico similar), supuestamente para tener la piel blanca. Eran
cosas químicas aplicadas directamente al agua que ellos usaban. Eso daña el
cuerpo internamente.
Todo eso te impacta muchísimo a medida
que avanza el drama. Porque uno pasa de no creer, a ver cosas más
impresionantes. Además, el que los secuestraba parecía un ser mitológico o
fantasmal, totalmente vestido de blanco, desde el cabello hasta los ojos. Uno
dice: ¿Qué es esto? Súper extraño. Realmente, todo el misterio alrededor de los
niños secuestrados que desaparecen, y de quienes nunca se vuelve a saber
absolutamente nada, es muy perturbador.

Un ejemplo de esto fue un niño que
había muerto, según decían, hacía un año o unos meses. La madre aún lo lloraba,
seguía de luto. Y de la nada, literalmente de la nada, apareció en la puerta de
la casa con parte del rostro quemado, vivo. Y todos se preguntaban cómo era
posible. Se sabía que lo tenía este ser extraño de blanco. Y cuando llamaron a
la chamán, porque usaban a las chamanes y sus campanitas para protegerse, el
niño reaccionó con un trauma terrible ante el sonido.
Tanto Hong Rang como su amigo estaban
buscando a este pintor, que usaba los cuerpos de los niños como si fueran
lienzos, especialmente las espaldas, para tatuarlos. No le importaba nada. Los
quería usar para vengarse. Este pintor, aparte, estaba loco. Quería usar esos
cuerpos tatuados para un ritual en el que supuestamente se volvería un dios.
¡Una cosa brutal! Dibujaba talismanes en sus cuerpos para sacrificios, y además
otros elementos impactantes. Decía que ser un dios era lo único que le faltaba
para poder ayudar a la gente. ¡¿De dónde?! Estaba loco.

Eso, por un lado. Por el otro, está el
hermano que había adoptado el señor mercantil. Fue manipulado desde siempre
porque prácticamente lo compraron: el padre biológico dijo que sí, que se lo
dieran a cambio de dinero. ¡Qué lindo padre! El señor mercantil lo adoptó y, en
cierta manera, le dio una buena vida, así que este chico sentía que debía
retribuirle con obediencia total. Llegó un punto en que, como dice el dicho,
“el estudiante supera al maestro”. Él descubrió cómo estar un peldaño más
arriba y empezó a manipular al jefe mercantil, su padre adoptivo.
Incluso
quería casarse con su hermana adoptiva. Claramente no tenían consanguinidad,
pero todos los veían como hermanos. Ella lo veía como un hermano. Y uno se
pregunta: ¿Qué te pasa? Era una obsesión enfermiza. Yo empecé a notar que él no
la veía como hermana, sino como mujer, y pensé: esto va a traer problemas. Y
así fue.
Y de Hong Rang, para no dañar el
misterio, solo diré que sí era y no era él. En muchos aspectos, sí lo es; en
otros, podría decirse que no. Esto realmente se viene a saber en los últimos
tres capítulos, y con certeza, en el último. Hay personas que claramente en
esta historia fallecen. Hay una en especial que, yo digo, se lo merecía. Solo
diré que me hubiera gustado que su muerte hubiera sido un poco más cruel,
porque su actitud a lo largo del drama fue horrible. No sé con qué palabra
describirla, pero sentí que debía morir sufriendo por la forma tan loca en la
que actuó.

Lo dije anoche, lo pensé y lo reitero:
¡es un dramón! Con eso quiero decir que es un gran drama. ¡Qué historia tan
bien hecha! ¡Qué manera de manejar los capítulos! Como decía, en algún punto te
revelan una cosa, pero inmediatamente surge otro misterio. Y cuando lo revelan,
es impactante. Son situaciones y cosas de no creer. Y si lo ponemos en un
contexto actual, o histórico, hay cosas similares que han pasado con niños
desaparecidos y secuestrados. Siento que también fue una forma de mostrar ese
tipo de situaciones. Pero está tan bien hecho el drama… ni se diga de las actuaciones.
Me quito el sombrero ante todos, especialmente ante nuestros protagonistas. Una
cosa de locos. Lo que hizo Lee Jae Wook con su personaje… ¡wow! Es un
intérprete total. Lo primero que pensé fue: los actores actúan, pero los
intérpretes se meten en la raíz del personaje. Son como los actores de teatro,
que te hacen sentir parte de la historia. Lo mismo la actriz. Les aplaudo y me
quito el sombrero. Y no solo a ellos, a todo el equipo: director, guionistas,
fotógrafos, todos. Es un dramón espectacular. ¡Qué bien hechos esos 11
capítulos! Increíble.
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